Ya sin nudos en el garganta

Tras un más de un año esperando sentada. Me levanto y me voy.
Y, sí, cierro dando un portazo. Enfadada. Conmigo misma.

Pero sé que no es la primera vez, y que no será la última. Que ya no puedo con todo esto. Que me merezco muchísimo más y tú, aun que en el fondo me joda decirlo, muchísimo menos.

Que no vas a volver, que no va a ser nunca como antes. Que no vamos a reirnos con altramuces entre los labios, ni a articular te quieros desde una punta a otra de un autobús. Que los "te amo" se nos han olvidado, como tantas otras cosas.

Y no, no voy a esperar un email con un billete a París, ni que te acuerdes de mí desde lo alto de la torre Eiffel. Ni esperes tú otra estúpida invitación, ni ningún mensaje, ni ninguna foto con un "Fuck you" en la capital del mundo.

Aquí termina la puta historia. ¡Hasta que yo lo diga!. Hasta que me apetezca, se me acabe todo. Y te vea como siempre, o como nunca, mejor dicho. Vamos, que te prometo, que cuando la retomemos, será tan genial, divertida y sonriente como siempre. Pero mucho menos especial y sin ningún sentimiento.